Nos apresuramos a explicar que los “Misterios de Eleusis” es un guiño del autor a la Grecia clásica, ya que existía un lugar a pocos kilómetros de Atenas donde se llevaba a los aspirantes a sabios para que se iniciaran en el conocimiento de la Sabiduría y de la Ciencia. Evidentemente nuestro “tecnos” es superior a lo que era hace 2500 años, pero el “espíritu” o “arete” (palabra griega para definir el carácter de un hombre o investigador, no ha pasado de moda). O no debería. Centrándonos en el tema, digamos que hay tanto interés en el estudio del sistema límbico porque de su pormenorizado entendimiento quizás podría llegar a servirnos para entender porque se producen las “adicciones” a determinadas drogas o porque en el cerebro humano existe un “rewarding center” o mecanismos implicados en porqué estamos contentos, o porque determinadas acciones nos llenan de alegría y de satisfacción. En la permanente búsqueda de sensaciones de equilibrio y serenidad, se ha puesto mucho interés, no sólo desde la Farmacología del Dopaje, sino también, fundamentalmente, desde el punto de vista neuropsiquiátrico.
Se tiene la falsa impresión de que el Hachisch es una droga "blanda", cuando en realidad es un potentísima droga que tiene efectos devastadores sobre la psiquis humana.
Tiempo al tiempo hasta que sepamos mas de los gravísimos efectos a nivel psiquiátrico de ésta lacra llamada grifa.
Lo que hicieron Rinaldi-Carmona es establecer la existencia de un “receptor” para los derivados del cannabis. Describieron dos tipos de sustancias:
a) El SR 141616 (antagonista).
b) CP 55940 (agonista).
Parece obvio indicar que el agonista selectivo CP 55940 tiene poca utilidad terapéutica y sí como útil herramienta de investigación farmacológica. Es un potente compuesto bicíclico que mimetiza los efectos neurológicos. Más útil desde el punto de vista clínico podría ser el SR 141616 el cual administrado a ratas de investigación (esperamos que ningún alto cargo se sienta aludido al hablar en términos genéricos de “ratas”) suprime el estado de abstinencia farmacológica (evidentemente para los receptores delta THC).
Para esta última sustancia se han postulado dos receptores CB1 y CB2.
El CB1 estaría localizado en el gyrus dentatus, hipocampo y capas I y IV del córtex. Hablar de los CB1 presupone indefectiblemente citar al supuesto receptor endógeno: las Anandamidas, que serán unos ligandos endógenos similares a lo que son las endorfinas para el sistema opiáceo de receptores (los mu, kappa y delta). Si comparásemos los efectos entre el THC (tetrahidrocannabinol) y la Anandamida, éstas últimas tendrían efectos similares (antinocicepción, catalepsia, hipomotilidad e hipotermia), pero serían más “débiles” (entre 4 y 20 veces menos potentes según autores, comparando la 4-metil Anandamida como el compuesto serie. De modo muy especial llamamos la atención de que el derivado del THC hidroxilado en la posición 11 produce unos efectos muy similares a los llamados efectos “catalépticos” y de “amplia disminución de los movimientos extrapiramidales” producidos por los THC.
Los receptores tipo CB2 estarían fundamentalmente a nivel del bazo y relacionados con la notable caída de la actividad del sistema inmune del uso crónico del Cannabis. Se ha aislado en las Placas de Peyer y en la capa cortical de ganglios linfáticos de usuarios crónicos de Cannabis. Algunos investigan indican que la síntesis de estos compuestos estaría modulada por la presencia de un precursor de los fosfolípidos, en concreto el N-aracnodoil fosfatidil etanol amina.
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